Wason Brazoban: Artista de Primera O Telonero?
Wason Brazobán sabe que tiene madera para enfrentarse al público de masas, a ese que asiste a los conciertos que se montan en el Estadio Olímpico Félix Sánchez, la Arena de Santiago, el Palacio de los Deportes o va a la Fiesta del hotel Jaragua, para ser más conservadores.
Pero hasta la fecha, tras su insuperable debut en el Casandra del 2004 (el Grupo Negros se llevó a casa cinco premios), Wason se resiste a ir en solitario y enfrentar su primer gran reto. Hasta hoy, Wason ha ejercido de telonero –una contraparte de “lujo” para algunos cronistas de espectáculo– de otros artistas.
Aún cuando Brazobán se preocupa por armar una producción a la altura de su figura (porque hace un buen tiempo que se convenció de su potencial), ejerciendo de telonero deberá sufrir los embates de los artistas a los que tiene que abrirle la jornada, como sucedió en el concierto del pasado sábado cuando supuestamente los encargados de producción del concierto de Luis Fonsi –con toda razón– impidieron que utilizara los recursos técnicos y visuales propios de la gira del cantante boricua.
El lunes, un matutino se hacía eco del desgano que experimentó Wason cuando en términos de iluminación, pantallas gigantes y demás elementos que dan espectacularidad a un show musical, como era de esperarse, estaban reservados a Luis Fonsi.
Como telonero al fin, aún cuando Brazobán es enaltecido por la prensa especializada cuando ejerce esa condición en cualquier escenario (no importa que sea de otra agrupación dominicana, como sucedió en Puerto Rico con Aventura), el autor de “En un solo día” debe repensar su carrera y dar el gran salto para poder consagrar su figura al mejor estilo como lo hacen los artistas de su dimensión.
Tres álbumes que anteceden a un cuarto que ya debe estar en producción (Negros, Sin fecha de vencimiento y Armadura de rosas) configuran la todavía breve trayectoria de este cantautor que tiene los éxitos necesarios y el repertorio que requiere su propuesta para dejar en el pasado el irritante estatus de telonero que hasta el sábado todavía se mantuvo latente.
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Telonero, por más talento que tenga
El fin, a veces, justifica los medios. Y así se justifica que Wason cediera abrir los cinco conciertos que ofreció Aventura el año pasado en una arena de San Juan, en Puerto Rico.
Primero porque el destacado cantautor pertenece al mismo sello que los bachateros liderados por Anthony Romeo, Premium Latin Music, y el de la vecina isla es un mercado por conquistar en el norte de sus pretenciones comerciales.
Allí, durante cinco noches seguidas, Wason salió a escena con el mejor ánimo de conquistar al exigente público boricua, aun cuando la inmensa tarima levantada para acoger a los reyes de la noche estaba cubierto en su totalidad, panorama que hacía ver a Wason como un cantante amateur sin posibilidades de demostrar porqué ha podido mantenerse en el competitivo género de la balada pop y los estilos tropicales.
Con una banda probada, un repertorio favorable (de música romántica y bailable) y un equipo con experiencia que ha sabido encaminarle hacia el éxito que quizás anhelan tener otros cantantes más antiguos en el género, Wason alcanzó la estatura para jugar en otra liga.
