Durante décadas los tampones higiénicos han sido utilizados por las mujeres para la absorción del flujo menstrual; sin embargo, en los últimos años este artículo ha servido a millones de adolescentes que quieren evitar ser descubiertos por sus padres en el consumo de bebidas alcohólicas.

La técnica del “Slimming” (adelgazar), un término que en inglés hace referencia al adelgazamiento del alcohol, consiste en sumergir el tampón en la bebida, para después ser suministrado a través de la vagina (en el caso de las mujeres) y anal (en el caso de los varones).

De esa manera, los jóvenes logran sentir los efectos del alcohol, sin aparentemente dejar rastro en el aliento, ya que teóricamente un tampón normal podría absorber hasta 10 cc de líquido.

Riesgos
Además de los riesgos físicos y locales, el alcohol cambia el PH de la vagina, generando infecciones urinarias causadas por hongos, debido al cambio de flora, e incluso alteraciones de la fertilidad. También genera dolor, quemaduras y desgarres en la mucosa vaginal.

¿Funciona del mismo modo que la ingesta normal?

La técnica funciona prácticamente de igual forma, sin embargo, en este caso sólo provoca euforia en sus practicantes; a menos que las personas a lo largo de la actividad decidan cambiarse los tampones.