Por lo general los varones -sobre todo, los adolescentes- se fijan en el tamaño del pene en flacidez. Pero hay que saber que esto sólo tiene valor estético. Lo que importa es el tamaño en erección, que mide en promedio entre 14 y 17 centímetros. Es importante destacar que la palabra micropene, que se ha popularizado, refiere específicamente a trastornos graves de tipo endocrinológico, que implican problemas en otros órganos y funciones del cuerpo.
¿Es mejor tener el pene grueso o largo? ¿Por qué?

Para el varón casi siempre el largo es más importante. La mujer, en cambio, suele privilegiar el ancho porque, de esa manera, roza mejor la zona clitoridiana, que genera placer.
“Mi miembro es muy pequeño y mi primera novia me decía que lo importante era que sabía usarlo bien. ¿Me estaba mintiendo? ¿A ellas les importa mucho?”

Casi siempre les importa poco el tamaño. Les importa mucho menos de lo que el hombre imagina. La mujer se fija mucho más en cómo es tratada, cómo es acariciada y tocada con la mano, y no tanto en el tamaño peneano. A ella le interesa la acción de las manos y de los dedos, que pueden acariciar e introducirse dentro de la vagina para rozar el clítoris.
¿Cuánto incide realmente el tamaño del pene en el orgasmo femenino?

Incide muy poco. Esta afirmación es científicamente correcta, pero al hombre poco le importa que así lo sea: para él, el tamaño incide mucho en la satisfacción orgásmica femenina. Esta es una atribución que acompaña el valor que tiene el tamaño para el varón.

Si el miembro masculino es muy grande, ¿en el sexo anal hay riesgo de fisura? ¿Qué cuidados hay que tener?

Sí. Puede haber fisura, dolor y ser el “caldo de cultivo” para una futura crisis hemorroidal. La prevención consta de dos cuestiones: la primera es no penetrar sin usar lubricantes acuosos; la segunda, proceder lentamente y realizar intentos en forma progresiva.

 

“Tengo el pene pequeño y aunque mi desempeño sexual es muy satisfactorio, me da vergüenza apenas me ven. ¿Qué puedo hacer?”

El problema habitual del hombre es que se queja de la pequeñez del pene cuando lo importante –efectivamente– es que su rendimiento sexual sea perfecto. Para mitigar la molestia que genera mostrarse, puede ser de ayuda por ejemplo cubrirse con un toallón y utilizar esa prenda para los juegos sexuales previos a la penetración.
¿Puede un pene pequeño adquirir un tamaño descomunal en la erección?

No. El pene no se agranda ni con cirugía, ni con pastillas o cremitas muy promocionadas, ni con ejercicios propuestos generalmente por Internet. La expansión que se da en erección es proporcional al tamaño en flacidez. Pensar que puede agrandarse de una manera descomunal es una fantasía.
¿En qué consiste la cirugía para agrandarse el pene? ¿Cuándo vale la pena?

Suele cortarse el ligamento suspensorio y, de esta manera, el pene en su parte oculta se “suelta”. Visualmente podrá verse agrandado, pero el ligamento suspensorio –como su nombre lo indica– tiene una función esencial: provocar que durante la erección el pene se mantenga en ángulo hacia arriba. Si se corta el ligamento, esa angulación no se va a producir y uno tendrá que provocarla manualmente por el resto de su vida. Por eso nunca se recomienda esta intervención, que sólo se ofrece con fines comerciales.

“Tengo el pene curvo, me avergüenza y me resulta difícil encontrar posiciones placenteras. ¿Se puede hacer algo al respecto?”

Existen dos clases de pene curvo. Uno se da en la juventud: es el pene curvo congénito. Se debe a que uno de los cuerpos cavernosos es un poco más corto que el otro, haciendo que el pene en erección se curve. La otra causa se da en mayores de 35-40 años y la curvatura se debe a una placa fibrosa que se forma en el material de los cuerpos cavernosos. Al principio es doloroso. Existen numerosos tratamientos, todos con suerte variable pero no hay un tratamiento específico para recomendar: desde vitaminas e inyecciones locales hasta radioterapia o fisioterapia. En los casos congénitos, hay que operar.

¿Existe un pene ideal para cada vagina?

Según el clásico tratado del Kamasutra, es posible determinar previamente el tamaño del pene que se adapta a cada vagina… Pero eso sólo está determinado en ese histórico tratado hindú. Hoy, siglos después, ese tratado se encuentra muy bien ilustrado pero ha quedado como un símbolo con escasa utilidad práctica. No puede establecerse un órgano sexual “ideal” para otro: nadie elige a la pareja por los elementos compatibles de la genitalidad.