Palabras que se hacen eco en la relación que se profesan los tres salseros que formaron parte del movimiento musical que comercializó a partir del 1968 el género de la salsa a nivel mundial.

Esa mezcla de sonidos que se inició en los barrios latinos de Nueva York al mando de Jerry Masucci y con la mente musical de Johnny Pacheco hizo que los nombres de cada uno de los talentos de la Fania sonará con éxito en los lugares más recónditos. Masucci no solo levantó un imperio musical detrás de un sello disquero, sino que logró controlar los egos de diversos artistas en un solo escenario. Tanto así, que el músico y el cantante poseían el mismo rol en escena.

En esa fila de estrellas que impulsaron el concepto se destacan los músicos Larry Harlow, Richie Ray, Papo Lucca, Tito Puente, Bobby Valentín, Ray Barreto, Roberto Roena, Louie Ramírez y Willie Colón, por mencionar algunos. Además, de las memorables voces de Héctor Lavoe, Cheo Feliciano, Ismael Miranda, Pete “Conde” Rodríguez, Celia Cruz, Rubén Blades y Adalberto Santiago, entre otros.

Es por eso que para los tres salseros boricuas recordar esa época dorada del género es revivir “ese deseo de hablar de una familia”.

“Fania es una familia. Desde los comienzos del sello y todos estos años que hemos compartido, los que están y los que ya no están, pueden decir que somos una familia. Nos llenamos de mucha alegría cuando volvemos a juntarnos y nos olvidamos de otras cosas. Nos concentramos en lo que inicialmente empezamos: una familia musical. Por ser así nos olvidamos que uno es mejor que otro. Eso no existía”, sostuvo Valentín, el último en llegar a la recordada Calle de la Música (calle Cerra) en Santurce, donde en las décadas del 70 y 80 su oficina se ubicaba allí.

El encuentro de Valentín, Feliciano y Texidor fue en el local 20/20 que exhibe desde la semana pasada la colectiva La Cerra All Stars: un tributo a la Fania.

“Te ves muy bien chico, que bueno verte”, fue el saludo de Valentín y Texidor al intérprete de Amada mía quien desde abril se enfrenta a un cáncer en el hígado. Acto seguido, Feliciano respondió con un abrazo fuerte de esos que te dejan sin aire y con un “estoy súper bien”.

Pasado el primer minuto, las anécdotas, las bromas y los recuerdos no se hicieron esperar. Vacilaron con su tamaño de pantalón, que en el caso del bajista asegura es el mismo. Recordaron la masiva presentación en 1973 en el Yankee Stadium de Nueva York que logró hacer historia al ser la primera agrupación latina que llenó el emblemático estadio. Al igual que el memorable viaje de 1974 a Zaire, África, presentación que de tan solo mencionarse las miradas de complicidad sumadas con las carcajadas se convierten en el común denominador de quienes vivieron esa experiencia.

Ese es el caso de Feliciano y Valentín, ambos estuvieron juntos desde que el concepto musical tomó rumbo. Texidor, sin embargo, entró en el 1979 cuando ya las Estrellas habían logrado un éxito imparable.

“Son tantas cosas que podemos recordar. Uno mira para atrás y dice ‘qué mucho hemos vivido, qué mucho hemos compartido’. Los que se fueron como que están aquí todavía. Sentimos a Héctor a Celia… a todos. Hablar de conciertos inolvidables es recordar el de África que eramos la representación latina. Fue maravilloso”, mencionó Feliciano que junto a Valentín contaron que al permanecer más días en ese país, Masucci tuvo que pagar sobre $18,000 en el recibo de las neveras de habitación y comida de la hospedería.

“El viaje fue por invitación, pero al quedarnos más días imagínate tú, comíamos langosta y vacíamos las neveras”, aseguró el proclamado “Rey del bajo”.

En un tono más serio, añadió que el éxito de las Estrellas de la Fania, se compara “con la agrupación de los Beatles, ya que marcamos una época irrepetible en la música” y le corresponde a la visión empresarial y musical de Masucci.

Los tres elogian la visión de Masucci de integrar diferentes estilos y crear uno solo con artistas que ya tenían nombre en la industria.

En esa misma línea musical destacaron que el intercambio entre todos los talentos generó un sonido poderoso. A esto se sumaban las letras que reflejaban el sentir de la gente de los barrios latinos y de esa población de inmigrantes que crecía en la Gran Manzana.

“Una chusma”

De esa perspectiva es que parte Feliciano para señalar que la “Fania era una reunión de la chusma”. El mimado del compositor Catalino “Tite” Curet Alonso, autor de muchas de las letras que popularizaron las voces de la Fania, afirma que las mismas “fueron la interpretación del compositor que retrataba una sociedad tal cual”.

“Digo chusma no de manera despectiva, sino de esa expresión del barrio. La chusma éramos nosotros que éramos un retrato de la calle, del barrio, de la gente. Puede sonar fuerte, pero lo veo como algo positivo, por eso quienes nos veían se identificaban con nosotros. No existían pretensiones. Allí todos íramos igual que el público”, aseguró el cantante que enlaza su paso por la Fania con el hecho de que en esa misma época pudo superar su adicción a las drogas, indicó.

La hermandad que hoy atesoran como salseros es la que esperan repetir en el primer concierto de la gira de Fania All Stars el 18 de octubre en el Coliseo de Puerto Rico. Un amplio repertorio de éxitos enmarcará el espectáculo que promete varias horas de pura salsa.

“Estoy tan dichoso de ser parte de algo de la Fania después de tanto tiempo que estoy contando los días para encontrarme con buenos amigos”, concluyó Texidor.

Fuente: Nuevo Dia