Jefes de Estado y de Gobierno llegan a Roma para participar a la misa de inicio de pontificado del papa Francisco del martes 19 de marzo, a la que se prevé asistan hasta 150 delegaciones de todo el mundo.

Uno de los primeros en arribar a la capital italiana fue el presidente chileno, Sebastián Piñera, que llegó al aeropuerto romano de Fiumicino poco antes de las 08.00 hora italiana (07.00 GMT).

Esta tarde, está prevista la llegada de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, al aeropuerto militar de Ciampino, y mañana tiene previsto almorzar con el papa Francisco en la residencia de Santa Marta, donde se aloja ya que aún no ha tomado posesión de sus habitaciones en el palacio apostólico.

El sábado, llegó a Roma el ministro de Asuntos Exteriores argentino, Héctor Timerman, para participar en el primer rezo del Ángelus, que celebró ayer el Papa.

Al aeropuerto romano de Ciampino arribará también el vicepresidente estadounidense, Joe Biden, quien mañana se reunirá con el primer ministro italiano, Mario Monti.

Este domingo, Francisco se saltó el protocolo y apareció por sorpresa en las inmediaciones de la plaza de San Pedro del Vaticano, para sorpresa de fieles y curiosos que lo recibieron con aplausos y vítores.

Más de dos horas antes de su tradicional rezo dominical del Angelus, al que se espera asistan 100.000 personas, el pontífice se acercó a una de las vallas que circundan la plaza.

En el estilo informal que ha caracterizado sus primeros días de papado, habló con el jefe de seguridad y le indicó que quería saludar a dos sacerdotes, a quienes abrazó cariñosamente.

Antes de entrar en la pequeña iglesia, Francisco se paró a saludar a la gente que había guardado cola en el exterior de una puerta cercana del Vaticano y que gritaban “Francesco, Francesco”, su nombre en italiano.